Sonrisa gingival sin cirugía

sonrisa gingival

Son muchas las personas que al sonreír, ven como su encía se muestra demasiado y no están a gusto con este aspecto. Esto se conoce como sonrisa gingival.

Lo cierto es que hay diferentes grados de sonrisa gingival y que está puede darse por diferentes motivos.

Algunas veces se debe a un exceso de tejido en las encías; pero otras, se produce debido a que el músculo que controla el labio superior, tiene demasiada fuerza y sube más de lo normal al sonreír.

En ambos casos, la encía queda demasiado al descubierto y provoca ciertas inseguridades.

Y aunque parece un problema poco común, lo cierto es qué entre un 10% y un 29% de la población padece de sonrisa gingival, en mayor mujeres.

Por suerte, en la actualidad existen varias alternativas a la cirugía, rápidas e indoloras, que obtienen muy buenos resultados.

Destacan por supuesto el botox, el ácido ácido hialurónico y la gingivectomia láser.

En el caso de labios muy finos que prácticamente desaparecen al sonreír, lo ideal es aplicar ácido hialurónico. 

Con el ácido hialurónico se consigue equilibrar la acción de los músculos de la boca sin perder dinamismo.

Éste puede aplicarse cuando los labios son muy finos y prácticamente desaparecen al sonreír, cuando se produce una elevación excesiva que marcan los surcos nasogenianos o cuando se produce la “sonrisa de caballo”. Esta última tiene lugar cuando hay una elevación excesiva de la comisura que deja a la vista incluso los molares.

Este tratamiento tiene una duración de sus resultados de aproximadamente un año, aunque depende también del paciente.

En el caso del botox, éste se aplica habitualmente sobre el músculo elevador del labio para disminuir sus movilidad y evitar así que la encía se vea demasiado.

La idea es relajar el músculo lo suficiente como para sonreír sin que el labio quede paralizado. De esta forma, cuando el paciente sonríe el labio sube sin dejar a la vista la encía.

A diferencia del ácido hialurónico, la duración de la toxina botulínica suele ser de cinco a seis meses.

Lo ideal en muchas ocasiones es combinar ácido hialurónico y toxina botulínica para obtener mejores resultados.

El láser de encías consigue un contorneo gingival estético y aunque no es necesario pasar por el quirófano, lo cierto es que es un procedimiento quirúrgico mediante el cual se realiza el corte y supresión del exceso de encía. 

Lo cierto, es que este tratamiento se lleva acabo en aquellos pacientes que tienen un exceso de encía notorio y los anteriores tratamientos, no son del todo eficaces para mejorar su aspecto.

Conseguir una sonrisa más bonita y deshacerse de los complejos es más sencillo si te pones en manos de profesionales. 

Llama y pide cita para una primera valoración clínica y encontraremos el mejor tratamiento para tu caso.

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