Descubre cómo prolongar los efectos de tu tratamiento de gracias a unos sencillos hábitos.
Cuando hablamos del ciclo de vida de nuestra piel, debemos tener en cuenta que, con el paso del tiempo, la piel pierde firmeza e hidratación y comienza a arrugarse, dando un aspecto menos elástico. La fuerza de la gravedad puede causar que la piel se afloje y se arrugue.
Por ello, los rellenos faciales de ácido hialurónico nos permiten combatir el paso de los años combatiendo la pérdida de elasticidad y volumen de nuestro rostro. Este tipo de tratamientos es la mejor opción para restaurar o mantener en buen estado la piel sin necesidad de pasar por quirófano.
Este tipo de tratamientos cuentan con sustancias mayoritariamente naturales y reabsorbibles por nuestro cuerpo. No suelen presentar complicaciones, pero no es un tratamiento que dure para siempre.
Por ello, pasado un determinado periodo de tiempo será necesario realizar algún retoque. Sin embargo, existen diferentes maneras de lograr que los rellenos faciales duren más, y en este artículo, te vamos a dar algunos consejos para que tú también puedas prolongar la duración de tu tratamiento de medicina estética.
Actualmente, el ácido hialurónico puede permanecer hasta un año sin degradarse, y puede llegar a durar hasta los 18 meses. Es un tratamiento que no presenta complicaciones con el que podrás obtener unos resultados inmediatos.
¿Qué tipos de ácido hialurónico existen actualmente?
En la actualidad podemos encontrar tres tipos diferentes de ácido hialurónico, cada uno con una aplicación diferente, pero efectos parcialmente similares.
- Ácido hialurónico inyectable: Se trata del tratamiento de mayor concentración. Este se utiliza para rellenar líneas de expresión, arrugas finas, marcas profundas del acné, depresiones corporales y armonización facial.
- Cremas y sueros: Su concentración resulta menor que la fórmula inyectable, el objetivo de este tratamiento es mejorar la textura de la piel de manera superficial, ayudando a suavizar los signos de la edad y mejorando el aspecto.
- Cápsulas: Es un suministro que ingerimos cuyo efecto es favorecer la hidratación de todos los tejidos y órganos del cuerpo y ayuda a mantener la elasticidad de la piel. Además, es un tratamiento que se puede complementar a la perfección con la aplicación de ácido hialurónico inyectable.
¿A qué edad puedo aplicarme un tratamiento de ácido hialurónico?
No existe una edad estipulada, pero debemos ser conscientes de que las líneas de expresión comienzan a aparecer en nuestro rostro de forma progresiva. A partir de los 25 años, los procesos de fabricación interna comienzan a ralentizarse.
Para prevenir parcialmente los efectos de la edad, se recomienda comenzar a cuidar la piel desde edades tempranas, manteniendo así una rutina diaria de higiene y prevención.
Gracias a una rutina de cuidado de la piel lograrás aumentar la elasticidad y firmeza logrando una piel suave y lisa durante más tiempo.
¿Qué puedo hacer para que mi tratamiento dure más tiempo?
Para empezar, debemos tener en cuenta que el tipo de piel que tengamos cada uno puede influir de forma directa en el tiempo durante el cual, los efectos son visibles. Diferentes factores como el metabolismo, la dosis aplicada o cuidado de la piel son factores que influyen directamente en el periodo de duración de este tipo de tratamientos.
Cuando un paciente lleva a cabo algún tratamiento facial, se le recomienda que siga una serie de pautas durante las primeras 24 horas. Es muy importante seguir las recomendaciones de la doctora para conseguir los efectos deseados.
¿Cuáles son los consejos más habituales?
Después de un tratamiento no quirúrgico se recomienda al paciente seguir una serie de consejos durante al menos las primeras 24 horas. Estos consejos son:
- No masajear ni frotar la zona tratada: Esto puede modificar el resultado del tratamiento y provocar la aparición de hematomas en nuestra piel.
- Evita realizar ejercicio de alta intensidad: Los primeros días es recomendable evitar el ejercicio de alto impacto, ya que, si se realiza demasiado ejercicio físico puede disminuir el efecto que produce el tratamiento. Posteriormente, mantener una rutina de ejercicios constante puede ayudarte a mantener unos resultados óptimos y a prolongarlos en el tiempo.
- Duerme boca arriba: Debes evitar hacer presión sobre la zona tratada, por ello la recomendación es que duermas boca arriba con la cabeza ligeramente elevada.
- Evita el sol: Después de un tratamiento de estas características, deberemos evitar las exposiciones prolongadas al sol durante al menos los 10 primeros días desde la fecha del tratamiento. También debemos evitar exponernos al frio intenso durante al menos dos días.
- No fumes ni bebas alcohol: Estos productos pueden favorecer a la aparición de infección o rechazo del tratamiento.
¿Puedo adoptar algún hábito para prolongar mi tratamiento?
Por supuesto, junto con las anteriores indicaciones existen una serie de hábitos que sería idóneo incorporar a nuestra rutina diaria para conseguir que los efectos del tratamiento se vean prolongados en el tiempo.
- Usa protección solar: Como hemos visto en un post anterior “El sol como principal causa del envejecimiento”, la acción del sol sobre la piel acelera el proceso de envejecimiento de la dermis.
Las manchas y alteraciones en la pigmentación son dos de las consecuencias más notables cuando hablamos de una mala protección solar.
Para evitar todo ello, te recomendamos incluir un protector solar en tu rutina facial mañanera. Entérate de cuales son las cremas más vendidas en Amazon haciendo clic aquí.
- Duerme lo suficiente: En la actualidad, muchas patologías derivan de la falta de sueño, y ¿os contamos un secreto? Mientras dormimos, rejuvenecemos. Por eso es tan importante tener un sueño profundo y reparador.
Implantando en tu vida una rutina como esta, ayudarás a la oxigenación de tu piel, por lo que se verá más firme y luminosa.
Cada persona es un mundo, y cada cuerpo demanda unas horas determinadas de sueño, aunque se recomienda dormir entre 6 y 8 horas cada día.
- Aplica productos adecuados para tu piel: Llegados a este punto, no vale cualquier cosa. Para cuidar nuestra piel deberemos aplicar productos que encajen con las características de nuestra piel.
Para ello, te recomendamos acudir a un profesional para que te realice un estudio facial, y en base a esto, elaborar una rutina de cuidado totalmente personalizada.