Todo lo que tienes que saber sobre la toxina botulínica

toxina botulínica

La aplicación de toxina botulínica es uno de los tratamientos más demandados en medicina estética pero qué sabes sobre el popular “botox”.

Lo primero que tienes que saber es que Botox es un nombre comercial, esta sustancia inyectable, capaz de frenar la progresión de las arrugas dinámicas, se llama realmente toxina botulínica.

Y es que en la actualidad, sabemos que el envejecimiento celular de la piel comienza alrededor de los 25 años de edad, por lo que no es de extrañar que los tratamientos preventivos se hayan adelantado en torno a los 35 años.

Qué es la toxina botulínica

La toxina botulínica es una sustancia que ralentiza la progresión de las arrugas dinámicas, gracias a que es capaz de relajar los músculos responsables de las líneas de expresión.

Esta capacidad es la que previene que las arrugas dinámicas se transformen en arrugas estáticas, en zonas tan conflictivas como la frente, el entrecejo o las patas de gallo. Y es que solo reduciendo las contracciones de los músculos, puede ralentizarse la aparición de arrugas permanente en el rostro.

Sin embargo y a pesar de su eficacia, todavía tiene mala fama a sus espaldas.

A qué se deben los malos comentarios sobre la toxina botulínica

Está claro, el problema sin duda es la desinformación o mejor dicho, “mala información” que reciben las personas por parte de algunos medios, que utilizan imágenes sensacionalistas de resultados dudosos.

Pero lo cierto es que la toxina botulínica es uno de los tratamientos médico estéticos más seguros. De hecho, la toxina botulínica cuenta con cantidad de estudios clínicos que muestran sus resultados a corto y largo plazo.

Lo importante para llevar a cabo un tratamiento seguro y con los resultados esperados, es acudir a un buen médico estético que trabaje con producto de calidad, regulado por sanidad y con una buena formación y técnica en la administración de toxina botulínica.

Algo que tampoco puede faltar, es una valoración previa al tratamiento. Es fundamental un diagnóstico previo antes de pinchar para localizar aquellas zonas donde realmente se necesita para no perder la naturalidad en los gestos de cada persona.

Usos de la toxina botulínica en medicina estética

Aunque su uso más habitual es el el tercio superior para la eliminación de las arrugas dinámicas, lo cierto es que la toxina botulínica tiene otras aplicaciones con estupendos resultados como por ejemplo:

Elevación de la ceja: El paso del tiempo provoca que la ceja pierda su posición natural elevada, haciendo que el párpado superior también caiga un poco sobre el ojo, dando un aspecto de tristeza a la mirada. Las infiltraciones de bótox consiguen “reposicionar las cejas” elevando también el párpado, consiguiendo una mirada más abierta.

Corrección sonrisa gingival: Nos referimos a sonrisa gingival, a cuando el paciente enseña gran cantidad de encía al sonreír. Inyectando toxina botulínica en el labio superior se consigue una inmovilización parcial, evitando que el labio suba por completo. De esta forma se corrige la sonrisa gingival al mismo tiempo que se mantiene la expresividad.

Bruxismo: El bruxismo es cuando se aprietan los dientes y la mandíbula sobre todo durante las noches, mientras se duerme. Suele estar asociado a temporadas de nervios o estrés, pero no hay un motivo concreto por el cual se produce.

En casos en los que se rechinan mucho los dientes o se producen dolores de cabeza debido a la fuerza que se ejerce con la mandíbula, la aplicación de toxina botulínica es un gran aliado, ya que neutralizar la acción del músculo masetero, relajando la mandíbula.

Botox preventivo

Hablamos de bótox preventivo a las aplicaciones de toxina botulínica entre los 30 y los 35 años de edad.

En este caso, el tratamiento tiene como objetivo prevenir surcos futuros en la piel, pero sobre todo consigue un efecto flash y de buena cara, ya que consigue una piel más relajada.

Cuándo no usar toxina botulínica

La toxina botulínica no está recomendada en menores de edad, tampoco en mujeres lactantes o personas con enfermedades neuromusculares.

En resumen

La toxina botulínica tiene diferentes aplicaciones, que pueden mejorar desde el autoestima a la salud del paciente. Lo importante es realizar siempre los tratamientos con expertos que cuenten con la formación adecuada y productos de la mejor calidad.

En Clínica Estética Oviedo, contamos con años de experiencia a nuestras espaldas y cientos de clientes satisfechos que han apostado por nuestro nuestro saber hacer para mejorar su autoestima y calidad de vida. Pide cita tú también

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