La lucha contra el envejecimiento está a la orden del día y siempre ha sido una importante preocupación para las mujeres. Pero además de los cuidados con cremas específicas, también es importante la hidratación profunda de la piel y la fotoprotección.
¿Qué es mejor bótox o ácido hialurónico? Estas son las dos sustancias más conocidas, ambas con efectos y usos muy distintos. Debemos informarnos de la mejor manera antes de decidirnos sobre cualquiera de estos tratamientos.
El bótox es la toxina que paraliza temporalmente los músculos. Con este efecto se evitan los movimientos que producen las arrugas. Este se inyecta directamente en las zonas de mayor riesgo de aparición, como el contorno de ojos, la frente o el entrecejo. Las líneas de expresión se atenúan, se previene su aparición y en ocasiones se eliminan. ¿Cuál es el resultado? Una piel tersa y con mejor aspecto, contribuyendo a la desaparición de arrugas.
El ácido hialurónico es un elemento presente de forma habitual en la piel. Tiene la misión de mantenerla hidratada desde el interior, gracias a su capacidad de retención y atracción del agua. Pero el tiempo influye, su concentración disminuye y como consecuencia aparecen las arrugas.
Para combatir estas arrugas, se inyecta el relleno de ácido hialurónico sintético en forma de gel en las marcas que ya han aparecido en el rostro. La única finalidad es hidratar y dar volumen a la piel para conseguir retrasar y eludir la aparición de las arrugas, incluso tratarlas si no están en fase avanzada.
¿Cuál de estas dos sustancias tiene más duración?
El ácido hialurónico y el bótox tienen efectos temporales. Para mantener sus beneficios lo mejor es acudir a un profesional y que sea este quien vuelva a aplicar el tratamiento. Los resultados del bótox suelen durar entre seis y ocho meses. Mientras que el ácido hialurónico suele permanecer entre ocho y doce meses antes de ser reabsorbido por el cuerpo. En ambos casos los efectos son visibles a corto plazo.
¿Qué es mejor?
Ambas sustancias son muy parecidas y a la vez muy diferentes entre sí. Además, existe la posibilidad de combinarlas, según las características de nuestra piel, para que trabajen juntas en la consecución de los resultados. La principal diferencia se basa en su uso.
El bótox por sus propiedades tiene un papel muy importante a la hora de prevenir las arrugas, pero no las rellena, esto es perfecto para el ácido hialurónico. De manera que, el primero se suele emplear en el tercio superior de la cara y el segundo en el tercio inferior.
Si estamos pensando en una de estas sustancias para el entrecejo, hay que tener en cuenta que es la zona donde se forman las líneas de expresión, en la cual hacen mella las marcas del paso del tiempo, por lo que lo ideal es mejorar. Lo más correcto sería utilizar el bótox.
Si es el caso de las patas de gallo, es un caso muy similar al anterior, sería preferible actuar sobre el músculo a frenar y atenuar las arrugas con bótox.
Para los labios, nunca se utiliza el bótox. Esta sustancia no da volumen, ni tampoco rellena. Tiene un efecto paralizante, por lo que no debería emplearse en la boca. Sin embargo, con el ácido hialurónico se puede corregir con el tono muscular y dar volumen a los labios con resultados naturales.
Lo más importante es que aprendas a identificar la necesidad de tu piel para poder elegir la que más te conviene y que te dejes asesorar por profesionales expertos con el tratamiento que más se adecue a tu piel y tus necesidades. Solicita más información.